Cuando hablamos de la lavanda se nos viene a la cabeza su buen olor y su uso como ambientador, tanto en el coche como en casa. Y sí, es un buen uso, no vamos a negarlo. Pero la lavanda tiene muchas otras propiedades que quizás te gustaría conocer.

¿De dónde proviene la lavanda? ¿Cómo es esta planta?

La lavanda pertenece a la familia de las lamiáceas y su nombre genérico es Lavandula. Su origen está asociado a la zona norte del país africano, pero también puede localizarse en las áreas más montañosas de la zona mediterránea. Se encuentra en su mejor forma en la Provenza. Esta planta también se cultiva en otras áreas montañosas de Inglaterra y Tasmania.

Hablamos de una planta con un color lila intenso al que también se le da uso ornamental. Pero de sus bonitas flores, de la corona, se puede extraer mediante destilación, aceite esencial con múltiples propiedades medicinales.

¿Cómo se puede administrar la lavanda?

Como te comentábamos, esta planta tiene un uso medicinal muy interesante, pues cuenta con más de 150 componentes activos que hacen que tenga efectos anti-inflamatorios, analgésicos, antidepresivos, antisépticos…

La lavanda se puede infusionar y beber, aunque su uso más extendido es en formato de aceite esencial o hidrolato (menor intensidad). En las épocas de más calor podrás incluir una gota de aceite esencial de lavanda a tu limonada casera y conseguir los efectos de los que te hablamos.

También podrás utilizar tanto el aceite esencial de lavanda como el hidrato sobre la piel, en la que ejerce un efecto calmante. Su uso es apto incluso sobre los ojos, los labios y el cabello.

La abuela responde

La lavanda lleva infinidad de años utilizándose como remedio casero ante múltiples dolencias.

Si no eres capaz de conciliar el sueño a diario, te recomendamos que recurras a esta planta, su efecto calmante lo notarás enseguida.

El dolor de cabeza y las migrañas son un mal común. Para ellos la lavanda es también una gran solución si la mezclamos con menta.

¿Tienes alergias ambientales? Los ácaros estarán lejos de ti podrás introducir una bolsa con lavanda en tu armario o tus cajones y esta funcionará como repelente.

Si sufres de alopecia, tu pelo tiende a resercarse o se quiebra con facilidad, debes echar unas gotas de aceite esencial de lavanda sobre tu cabello. Notarás como se hidrata y se regenera poco a poco.

Como suavizante también podrás darle uso al aceite esencial de lavanda en manos y pies cortados y agrietados. Incluso sobre las fastidiosas picaduras veraniegas de mosquitos funciona como calmante.

Por último, pero no menos importante, su uso sobre la piel corporal. Pieles con acné, rosacea o psoriasis responden bien al aceite esencial de lavanda. Incluso si tienes la piel con tendencia a engrasarse estás ante una buena solución.

Recuerda que puedes seguirnos en redes sociales, Facebook e Instagram, dónde podremos compartir información sobre está y otras muchas plantas, aceites e hidralatos.